LA DIVERSIDAD, LA INCLUSIÓN Y LAS POBLACIONES DIVERSAS  


DIVERSIDAD

Según la defensa de la diversidad y de la dignidad humana en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO., la diversidad es reconocer que nos encontramos en un mundo donde el multiculturalismo la sociedad en general comparten escenarios y cada persona o ser humano tiene una visión distinta de las situaciones, las normas y reglas de los gobiernos nos proporcionan ese respeto de los derechos y deberes de los otros, nos invita a promover y defender “ la cultura del multiculturalismo”.
En la modernidad surgió la nueva ética que tiene los ideales de autonomía, dignidad de la persona y la soberanía política del individuo. Se condena la discriminación. Según Valls17, estamos en una nueva moral de la dignidad humana basada en la libertad, cuyo ejercicio no puede subordinarse a la utilidad. Diversidad, pluralismo y tolerancia pasaron así lógicamente a valores positivos. Para evitar su dispersión, se buscó un principio de coherencia en la misma libertad: “la democracia para poner ley y orden en sociedad de hombres libres, y conseguir suficiente consenso social en un espacio de diferencias y tensiones”


Según la página  https://conceptodefinicion.de/diversidad/ la diversidad es una palabra proveniente del latín “diversitas” que significa algo que es variado, abundancia de cosas o personas que se diferencia entre otras. La diversidad se refiere a todo aquello que marca una dentro de un grupo, bien sean características físicas, organizacionales, psicológicas o conductuales.

Cada país, región o zona posee expresiones esenciales que han sido adoptadas de una generación a otra, entre esta encontramos la vestimenta, ritos y patrones de comportamientos que definen su cultura; partiendo de este punto encontramos la diversidad cultural, la cual da referencia a la relación o convivencia apropiada entre distintas culturas existente en una misma zona.

Afirmar la diversidad como valor es algo reciente. “La diversidad, y menos aún la preservación de la diversidad, nunca han tenido un valor dominante para la civilización occidental que se ha constituido bajo el signo del monoteísmo y la unidad de la razón, y si lo múltiple ha tenido de pronto algún encanto, solo ha sido en función de lo uno, de la posibilidad de recurrir y unificar lo diverso”

Desde hace una o dos décadas hablar sobre la diversidad está muy de moda; esto tiene que ver con todos los aspectos del mundo humano y natural: las culturas (multiculturalismo), las morales, las políticas (el pluralismo), las artes, las historias, las especies, las técnicas e incluso el universo, todo ello cargado de diversidad y biodiversidad, lo cual es de interés para la Bioética. 






LA INCLUSIÓN 

La  inclusión es la actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en la sociedad, con el objetivo de que estas puedan participar y contribuir en ella y beneficiarse en este proceso.

 El incluir implica el dejar participar y decidir, a otros que no han sido tomados en cuenta. El objetivo básico de la inclusión es no dejar a nadie fuera de las instituciones, tanto en el ámbito educativo y físico, así como socialmente. La inclusión varía de acuerdo con los entornos y épocas de la historia; sin embargo, en común se encuentra el deseo de mejorar cada día la sociedad, desde el inicio de la civilización, paralelo al desarrollo o atraso de esta, nunca ha faltado algún tipo de proceso, por primitivo que sea, para educar al ser humano. (Ortiz, citado en Ramírez, 2015, p. 6).
La inclusión busca que se fomente y garantice que toda persona sea “parte de” y que no permanezca “separado de”. Inclusión, por lo tanto, significa que los sistemas establecidos proveerán acceso y participación reciproca; y que el individuo con discapacidad y su familia tengan la posibilidad de participar en igualdad de condiciones.
Según la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.
Ahora, al considerar la necesidad de implementar e incidir en la inclusión del enfoque diferencial en la política pública de víctimas, se debe acudir a elementos efectivos que permitan desarrollar esta labor. La corte constitucional en el Auto 218 de 2006 señala que los sujetos de especial protección constitucional “se diferencian del resto [de la población desplazada] en cuanto a la especificidad de sus vulnerabilidades, sus necesidades de protección y de atención, y las posibilidades que tienen de reconstruir sus proyectos de vida digna”.



POBLACIONES DIVERSAS 




Teniendo en cuenta que cada persona es única, sería posible plantear una infinidad de criterios para clasificar la diversidad humana  Sin embargo, concentrándonos en el contexto social y cultural, resulta posible identificar tres tipos principales de variables que contribuyen a diferenciar grupos poblacionales representativos que incluyen a la totalidad de los habitantes de la ciudad. Estas son las variables étnicas, sociales y etarias que se presentan mejor en los siguientes acápites. Los grupos que surgen de esta clasificación (no son excluyentes entre sí.) Es decir, una persona puede pertenecer a varios de ellos simultáneamente. Del mismo modo, cada ciudadano se puede identificar al menos con una de estas categorías. En este sentido, no están pensados para generar barreras entre un grupo y otro; por el contrario, están concebidos para reconocer la diversidad en diferentes niveles y a partir de allí incentivar el diálogo y la convivencia entre quienes piensan, hablan, viven y sienten de maneras diferentes. Del mismo modo, es una estrategia para garantizar a todos los ciudadanos sus derechos y libertades en igualdad de condiciones.


Todos estos grupos presentan aportes y necesidades distintos frente al funcionamiento de nuestra sociedad. Del mismo modo, algunos de ellos son víctimas de procesos y percepciones que generan su exclusión, vulnerabilidad y estigmatización. Por ello son reconocidos y atendidos por el Estado colombiano como sujetos de derechos con aportes valiosos para la colectividad y con necesidades de atención prioritaria
Por ejemplo, frente al caso de las personas en condición de discapacidad: El Ministerio de Cultura reconoce a las personas con discapacidad como expresión fundamental de la riqueza y diversidad cultural colombiana. Su aporte cultural, traducido en sus diversas maneras de expresión y diálogo con el entorno  entendido como un campo de acción idóneo para la inclusión y participación de la población en el desarrollo social y cultural del país (Ministerio de Cultura, 2013, p. 20). Del mismo modo, son reconocidos a nivel nacional y distrital los grupos anteriormente nombrados. Por estos motivos existen políticas públicas y disposiciones legales orientadas a garantizar su visibilizarían, respeto e inclusión progresiva en el devenir social.


Tomado de: Ministerio del Interior (2015). El enfoque diferencial y étnico en la política pública de víctimas del conflicto armado. Recuperado de 









REFERENCIAS 


- Alcaldía Mayor de Bogotá (2014). Lineamientos para la Implementación del Enfoque Diferencial Poblacional. Recuperado  de 

- Escobar Triana, J. (2012). Defensa de la diversidad y de la dignidad humana en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO. Revista Colombiana de Bioética, 7() 57-67. Recuperado de 
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=189225524005

- Ministerio del Interior (2015). El enfoque diferencial y étnico en la política pública de víctimas del conflicto armado. Recuperado de 

- Rodríguez Díaz, S.; Ferreira, M.A. (2010). Desde La Dis-Capacidad Hacia la Diversidad Funcional. Un ejercicio de Dis-Normalización. Revista Internacional de Sociología (RIS).68 (2). pp. 289-309. Recuperado de 

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